La creación de este establecimiento corresponde a la concreción del sueño de su sostenedora, doña Lucía Cofre Pacheco, quien desde sus inicios en la profesión docente anhelo formar un Establecimiento católico, en el cual se entregará a los jóvenes de Chiguayante una educación de calidad basada en sólidos valores cristianos. El proyecto comienza a concretarse tras realizar un estudio y determinar que debido al déficit en la oferta de Educación Media de calidad en la comuna sus jóvenes debían viajar diariamente a Concepción en busca de una Educación que asegure su ingreso a la Educación Superior, (déficit que se hace patente a medida que aumenta la población en la comuna) sumado al interés altruista de querer aportar al desarrollo de una mejor sociedad, integrada por jóvenes con valores cristianos y visión de futuro, capaces de catalizar un cambio en el aspecto socio-económico de nuestra comuna. Fue así como su construcción se inició el día martes 08 de octubre de 2001, con un diseño arquitectónico tal que supliese las exigencias y demandas de la JEC, incorporándose en su estructura de hormigón armado las dependencias necesarias para un desarrollo óptimo de las actividades que señalaba el Proyecto Pedagógico bajo el cual fue autorizada su construcción. El Liceo HC Obispo San Miguel inició sus clases en marzo de 2003, con una matrícula de 204 alumnos distribuidos en 5 cursos, cuatro NM-1 y un NM-2. Nuestro establecimiento siempre fue proyectado para tener un número pequeño de alumnos. En relación con lo anterior, es en el 2011 en donde quedan consolidados los 8 cursos que le dan vida y nutren nuestra comunidad académica. El Liceo toma su nombre del Obispo Fray Antonio de San Miguel Avendaño (1520-1588), quien fuera uno de los principales precursores de la predicación del evangelio en el sur de Chile y que como lingüista se destacó por la traducción del catecismo al Araucano.
Una unidad educativa que cuente con un equipo de gestión innovador y creativo, que promueva una educación integral y el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales de sus alumnos y alumnas, sustentada por un equipo docente que actúe en consecuencia con los principios que imparte y que posea sólidos fundamentos teóricos capaces de generar los procesos educativos necesarios para satisfacer las demandas e intereses de sus alumnos, a fin de afianzar su proyecto de vida juntamente con el logro de sus metas educacionales, y que se fortalezca mediante la creación de lazos con sus familia quienes actúan de manera comprometida, informada y participativa.
Entregar una sólida formación académica que estimule la búsqueda constante del conocimiento y el desarrollo personal, enriquecida por valores cristianos y éticos, fortalecida por el apoyo familiar y fundamentada en un desempeño docente de excelencia capaz de generar los espacios necesarios para la adquisición y potenciación de actitudes, habilidades, destrezas y competencias, que permitan al educando, de acuerdo a su proyecto de vida, insertarse exitosamente en la sociedad, contribuyendo así, a su mejoramiento y desarrollo.
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